Es lo más comentado no sólo en la industria de los videojuegos, sino también en el mundo entero: Donald Trump ha anunciado aranceles aún más elevados en países como China, Vietnam o Camboya, lo que derivará en un terremoto económico y una más que posible recesión en EE.UU. Los s están publicando miles de reacciones, YouTube se ha llenado de vídeos con predicciones y, en definitiva, todo el globo está atento a las consecuencias que vendrán con estas nuevas tasas. Como es habitual en este tipo de situaciones, hay tanta información circulando en la red que es difícil entender qué está pasando y cuáles son los efectos que podemos esperar en los productos que compramos y/o disfrutamos en nuestro día a día. Lo que es seguro, sin embargo, es que compañías como Nintendo, PlayStation, Xbox y básicamente la mayor parte de firmas que operan en el sector de las experiencias digitales se están viendo afectadas por este movimiento.
Ahora bien, ¿qué son los aranceles y cómo impactan exactamente en la industria? ¿Cuál es su efecto en los precios? ¿Las empresas tienen alguna manera de evitar las tasas de EE.UU.? Las preguntas se amontonan y la información nos llega un poco a cuentagotas. Así que, si bien es cierto que algunos s están al tanto de todo lo que sucede con la estrategia de Donald Trump y su efecto en las aventuras digitales, vemos necesario dedicar un artículo a este tema para resolver algunas de las dudas más recurrentes. Huelga decir que aquí nos centraremos exclusivamente en las consecuencias alrededor del sector de los videojuegos, aunque el asunto también se está analizando en medios especializados en diferentes campos.
¿Cómo afectan los aranceles a la industria de los videojuegos?
Antes de continuar, es importante tener clara la definición de arancel. Hablamos de un impuesto que se aplica a los bienes cuando atraviesan una frontera; una tasa que debe asumir la empresa que introduce la mercancía dentro del país y cuyo fin consiste en regular el comercio internacional y el flujo de productos entre países. Si el arancel es elevado, un producto importado puede experimentar una subida de precio en el mercado para cubrir ese gravamen adicional. En definitiva, y según se ha visto en el caso de Trump, los aranceles se están imponiendo en EE.UU. para proteger la economía nacional (incentivando la compra de productos fabricados en el país) de la competencia extranjera y como arma de presión para alcanzar acuerdos con otras regiones que terminen beneficiando al territorio estadounidense.
De acuerdo con lo anunciado por Trump, algunos de los países con los aranceles más elevados en estos momentos son China (104%), Lesoto (50%), Camboya (49%), Laos (48%), Madagascar (47%) y Vietnam (46%). La web Atlantic Council ha elaborado un puñado de infografías interactivas que no sólo indican las regiones más afectadas por las tasas impuestas desde EE.UU., sino que también señala los productos que más se encarecerán por culpa de este movimiento, entre otras cosas. Dicho todo esto, pasemos a detallar los efectos de las tasas al sector que nos ocupa.

¿Cómo afecta todo esto a la industria de los videojuegos? Básicamente, los aranceles de Trump impactan en las importaciones de títulos físicos, consolas y materiales de fabricación. Tal y como recuerda el analista Daniel Ahmad en X, todas las compañías (incluidas firmas estadounidenses como Xbox) se verán impactadas por las tasas porque "fabrican todo en Asia. [Las empresas] tendrán que tener en cuenta los aranceles y trasladar el coste" al precio final de los productos. De hecho, y poniendo a Nintendo de ejemplo, la producción de Nintendo Switch 2 se movió de China a Camboya y Vietnam para evitar este escenario; todo esto, claro está, sin saber que Trump terminaría elevando los aranceles de Camboya hasta el 49% y los de Vietnam al 47%. Lo que, en consecuencia, provocará un encarecimiento de dispositivos, juegos en formato físico, etc. no sólo para Nintendo, sino también para otras marcas del sector que llevaron a cabo la misma estrategia.
¿No es posible abrir fábricas en EE.UU.? Evidentemente, esta hipotética solución evitaría que las empresas tuvieran que pagar las tasas de importación de Trump. Sin embargo, Ahmad recuerda que dicho movimiento no es nada fácil; de hecho, implicaría un gasto tan grande que las compañías habrían descartado la idea desde el primer momento:
"Nintendo tendría que invertir miles de millones para abrir una fábrica en EE.UU. Probablemente tomaría 4-5 años completarla. Sin mencionar el tiempo y coste de reconstruir la infraestructura de la cadena de suministro y obtener los componentes clave (que también estarían sujetos a los aranceles porque se hacen fuera de EE.UU.).
Entonces tendrían que encontrar, entrenar y pagar a empleados que operen la fábrica. Nintendo tendría que pagar a cada trabajador 10 o 15 veces más de lo que pagaría a un trabajador de Vietnam. Después de sumar el gasto de capital inicial, el coste de mano de obra, el coste de la cadena de suministro, los costes operativos, etc., podrías comprar un Nintendo Switch 2 fabricada en EE. UU. en 5 años por un precio significativamente más alto que $450.
Y la guinda del pastel es que, para el momento en el que se complete todo esto, EE.UU. tendrá un nuevo presidente que probablemente elimine todos los aranceles recíprocos".
¿Nadie se ha preparado para este escenario? Por supuesto. Tanto Nintendo como Sony han desplegado medidas tales como duplicar las cadenas de suministros y enviar una gran cantidad de PS5, PS5 Pro, Nintendo Switch y Nintendo Switch 2 a EE.UU. para mitigar el impacto de los aranceles tras su aplicación; a fin de cuentas, estas consolas no se comerían la tasa de Trump y ya estarían en el país antes de la implementación de los gravámenes. Aún así, Ahmad indica que las empresas podrían estar iniciando un proceso para reenfocar sus producciones en el caso de que los aranceles persistan en el tiempo.
¿El verá las consecuencias de todo esto? Sí, en los precios de los productos. Al ser necesario pagar una tasa por importación en EE.UU., los juegos físicos, periféricos y consolas se encarecerán. Y esto no se verá únicamente en dicho país; para paliar el golpe, es muy posible que las compañías aumenten el coste de sus bienes en los principales mercados, incluyendo Europa.

Las primeras consecuencias en la industria de los videojuegos
Los aranceles de Trump han dado un golpe a todas las industrias que operan dentro y fuera de EE.UU. En este sentido, el 7 de abril de 2025 empezó con estrepitosas caídas en bolsa en territorio asiático; centrándonos exclusivamente en las compañías pertenecientes a la industria de los videojuegos, las más afectadas han sido Nintendo y Sony con una caída en el valor de las acciones del 7,35% y 10,16% respectivamente. Por otro lado, también se ha visto un importante declive en firmas como Bandai Namco (-7,03%), Konami (-3,93%), SEGA (-6,57%), Koei Tecmo (-5,83%), Capcom (-7,13%) y Square Enix (-5,23%).
Por otro lado, Nintendo encendió las alarmas de todo el mundo anunciando que las reservas de Nintendo Switch 2, que se abrirían el 9 de abril en EE.UU., se paralizaban en dicho país para "abordar el potencial impacto de los aranceles y las condiciones cambiantes del mercado". La consola no ha modificado su fecha de lanzamiento y sigue prevista para el próximo 5 de junio, pero la noticia ha provocado que más de un jugador tema por un incremento en su precio final. A fin de cuentas, Trump anunció el 2 de abril (horas después de la retransmisión del Nintendo Direct dedicado a la nueva consola de los nipones) una tanda de aranceles adicionales del 10% a casi todos los productos importados al país.
Y, si no hay reducciones en los aranceles, todo apunta que lo peor está por venir. Tal y como ha indicado la ESA (Entertainment Software Association), los s podrían ver aumentos aún más significativos en el precio de los videojuegos, las consolas y otros dispositivos electrónicos. "No queremos que lo que el presidente Trump anunció esta semana sea el final de la historia, pero sí prevemos que estos aranceles tendrán un impacto real y perjudicial en la industria y en los cientos de millones de estadounidenses amantes de los videojuegos", señalaron recientemente.
El mercado (no sólo el de los videojuegos) está pasando por un momento absolutamente inusual. Y lo peor es que la situación comercial es tan cambiante que es difícil imaginar cómo evolucionará a lo largo de las próximas semanas o meses. El escenario más positivo es que Trump reduzca buena parte de los aranceles, haciendo que este artículo quede obsoleto en cuestión de días; el más negativo daría lugar a gravámenes más elevados para todas las importaciones, lo que conduciría a un aumento de precios ineludible. Por lo tanto, es imposible saber a ciencia cierta lo que pasará no sólo con las aventuras digitales, sino también con el resto de productos que compramos.
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